Sí. Si duermes con la boca abierta solo tienes que cerrarla un momento antes de empezar con la medición y tragar un poco de saliva. Después, puedes medir normalmente. Cuando se alcance un valor estable, es decir, tras alcanzar el valor final de temperatura, finaliza la medición. Puede ser que tu medición tarde algunos segundos más. Lo importante es que durante la medición no se abra la boca.